El campo de Fragoselo asistió ayer al estreno como futbolista del único gallego campeón del Tour de Francia. El ahora jugador del filial del Coruxo, Óscar Pereiro, no pudo con su pasado y cayó por 0-1 frente al Louro. El equipo en el que había dado sus primeras patadas a un balón hace veinte años «cuando era el Cascarilla y no Óscar», el mismo en el que jugó su padre Servando como portero, le amargó el debut más mediático que se haya visto antes en Segunda Regional.
Tal y como estaba previsto, el ex ciclista de Mos no salió hasta la segunda parte. Después de solo cinco días de entrenamiento, su presencia en el equipo de inicio hubiese sido contraproducente. Su equipo ya perdía por 0-1. La numerosa presencia de medios de comunicación provocó más nervios de los normales en uno y otro bando. El propio Pereiro, jaleado desde la grada por familiares y amigos, admitió que camino del partido había sentido «un hormigueo en el estómago que hace mucho que no sentía». Su entrada en el campo se produjo a los 66 minutos de partido. Salió en la banda derecha algo adelantado, pero con tendencia a irse hacia el centro. El adversario no le dio muchas opciones y pudo tocar poco el balón con el contrario esperando para lanzar contras.
«Perder es fastidiado y más cuando uno empieza a jugar pero por lo menos esto me ha servido para perder el miedo. Me sentía observado y cada vez que tocas el balón así estás un poco nervioso. Creo que no cometí ningún error y lo poco que he tocado lo he devuelto bien», comentó el futbolista de nuevo cuño sobre su estreno. Al buscarle un símil con el ciclismo lo calificó como un «calentamiento personal y para los compañeros que me han ido viendo, y podrán empezar a confiar en mí. Me he sentido como un futbolista más».
La valoración de su entrenador Jesús Camino también fue positiva, sobre todo porque «fue más normal de lo que esperaba. Tiene maneras y ya se ha visto con solo una semana de entrenamientos que puede aportarle cosas al equipo. Como persona es un diez y muy trabajador. No hará milagros pero su aportación es positiva».
El ex ciclista aclaró también que no se va a comparar con los grandes de este deporte como Cristiano Ronaldo, porque además su meta no es la de jugar en Primera División, pero sí la de llegar a tener minutos en el primer equipo en Segunda B. «Después de 20 años sin jugar al fútbol habrá que ir paso a paso y sin prisa por llegar».
La tarde dejó varias anécdotas. Una que contaba que hasta el árbitro había pedido en el vestuario al delegado local una foto firmada por Pereiro, pero el jugador salía al paso asegurando que «no es verdad, pero habrá de todo, quien quiera ser más duro por ser quien eres o el que en caso de duda pite algo a favor». Otra que el rival celebró el tanto con bajada de pantalones incluida del goleador mostrando un calzoncillo de Superman. Y la última, que Fran Teixeira, el ex entrenador de élite de balonmano, acudió a la cita y todos le preguntaban si era para ver a Pereiro. No era así, su hijo juega de titular en el Coruxo B, y ahora además, es compañero del ganador del Tour del 2006.
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Saludos y buenos vientos
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