El ciclista madrileño Carlos Sastre ha recibido este pasado sábado un caluroso homenaje por parte de los suyos y del público en el Oviedo Global Cycling, que ha sido su última prueba como ciclista profesional y en la que ha ganado la prueba final por delante de Samuel Sánchez y de Stefano Garzelli.
El ganador del Tour 2008 recibió el homenaje y el calor del público y de sus compañeros, que le hicieron un pasillo con las bicicletas en alto. Sastre estuvo acompañado en todo momento por su hijo pequeño, Yerai, quien equipado de ciclista y con su pequeña bicicleta dio una vuelta de honor acompañando a su padre.
La tarde ciclista ovetense ha sido una gran fiesta ciclista que empezó con la disputa de las pruebas de categorías inferiores, seguido de un desfile de ciclismo retro, en el que participaron entre otros Chechu Rubiera y los piragüistas Manuel Busto y Emilio Llamedo. La primera prueba del critérium fue la puntuación, en la que se impuso Garzelli por delante de Sastre y Samuel Sánchez, quien se impondría al italiano en el duelo de escaladores.
También ha habido una prueba por equipos entre el Euskaltel-Euskadi, integrado por Jorge Azanza, Egoi Martínez y Samuel Sánchez, y el Geox compuesto por Sastre, De la Fuente y Cobo donde ha ganado el Geox-TMC.
"El homenaje de mis compañeros ha sido muy especial para mí".
“Ha sido un día muy especial por todo. Por el ambiente que he vivido, por el recibimiento de mis compañeros, por poder despedirme de ellos haciéndome sentir su cariño después de tanto tiempo luchando en la carretera... La verdad es que ha sido un día emocionante del que he disfrutado una barbaridad”, comenta el ciclista madrileño criado en Ávila
A sus 36 años, después de una larga y brillante carrera, era el momento de la despedida definitiva, anunciada hace unas semanas. “Es el momento de decir adiós a tantos años de sufrimiento, de derrotas, de alegrías, de un montón de experiencias, todas ellas inolvidables, y la verdad es que me siento feliz de la decisión que he tomado, de haber sido ciclista profesional todos estos años y, sobre todo, de haber podido brillar y de hacer lo que me ha gustado”, añade Sastre.
¿A partir de ahora qué? Esa es la pregunta que se hacen los aficionados, que quieren saber los planes de uno de los ciclistas más importantes de la última década. Sastre sólo tiene claro que no andará alejado del que ha sido siempre su deporte: “A partir del 1 de enero se abre un pequeño paréntesis en mi vida, pero quiero tanto a este deporte que, de una manera u otra, en un futuro próximo seguro que estaré involucrado en él. A corto plazo voy a seguir colaborando como he hecho hasta ahora con la Fundación Víctor Sastre, sin ninguna responsabilidad, como un hobby, pero disfrutando con los niños y con otros ciclistas que ya no lo son tanto, y con todos aquellos que han sido para mí un estímulo de superación y de aprendizaje”.
En el momento de la despedida, insiste en agradecer a todo el mundo todos los mensajes de apoyo que le siguen llegando, todas esas palabras de agradecimiento. “La verdad es que me siento feliz porque ha sido una época muy bonita, muy importante de mi vida, tanto en lo personal como en lo deportivo. Decir adiós con el homenaje de mis compañeros, después de haber estado en el podio de la Vuelta a España con mi propio equipo, ha sido muy especial para mí. Lo más importante que me podía pasar para cerrar un ciclo inolvidable. Gracias y un abrazo muy fuerte a todos”, concluye Sastre.
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Saludos y buenos vientos
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